Diario de una pasión.

No concordaban mucho. De hecho, casi nunca concordaban. Siempre se peleaban, y se retaban uno al otro cada día. Pero a pesar de sus diferencias, tenían algo importante en común: estaban locos el uno por el otro.


Los amores de verano se acaban por toda clase de razones, pero al fin de cuentas tienen una cosa en común: Son estrellas fugaces, un instante grandioso de la luz de los cielos, una visión momentánea de la eternidad y, en un abrir y cerrar de ojos, se van.

- ¿Te quedarías conmigo?
- ¿Quedarme contigo? ¿Para qué? Míranos, ya estamos peleando.
- Pues, eso es lo que hacemos. Pelear. Tú me dices cuando soy un cretino arrogante y yo te digo cuando eres una pesada insoportable. Lo cual eres el 99% del tiempo. No me importa lastimarte. Me lo devuelves al instante, y regresas a hacer lo mismo que yo.
- Entonces, ¿qué?
- Así que no será fácil, será difícil. Y tendremos que esforzarnos cada día, pero quiero hacerlo, porque te quiero. Quiero todo de ti, para siempre. Tú y yo, cada día. ¿Harás algo por mí? Por favor, imagina tu vida dentro de 30, 40 años. ¿Cómo la ves? Si esta ese tipo pues vete. Te perdí una vez, creo que podría hacerlo de nuevo, si supiera qué es lo que realmente quieres. Pero no tomes el camino más fácil.
- ¿Cuál camino? No hay manera fácil, no importa lo que haga, alguien sale lastimado.
- Deja de pensar en lo que quiere todo el mundo. Deja de pensar en lo que quiero yo, en lo que quiere él o en lo que quieren tus padres. ¿Qué quieres tú?



-¡Di que soy un pájaro! -No. -¡Vamos, dilo! -Eres un pájaro. -Bien, ahora di que tú también lo eres. -Si tú eres un pájaro, yo también.


- ¿Crees que nuestro amor puede causar milagros?
- Sí lo creo, es lo que me hace volver contigo cada vez.
- ¿Crees que nuestro amor nos llevará juntos?
- Creo que nuestro amor puede hacer todo lo que queramos.



No soy nadie especial. Sólo soy un hombre corriente con pensamientos corrientes. He llevado una vida corriente. No me han hecho ningún monumento y mi nombre pronto quedará en el olvido. Pero, según como se mire, he tenido mucho éxito como muchos otros en la vida: He amado a otra persona con todo mi corazón, y eso para mi siempre ha sido suficiente.


- ¿Por qué no me escribiste? ¡Te esperé durante 7 años! Y ahora ya es tarde.
- ¡Te escribí 365 cartas! Una carta cada día, durante un año.
- ¿Me escribiste?
- Sí. Lo nuestro no había acabado. ¡No ha acabado!



-Puedo ser divertido si quieres, o pensativo, listo o supersticioso, valiente, incluso bailarín.
Seré lo que quieras. Dime lo que quieres y lo seré por ti. 
- Eres tonto. 
- Lo podría ser.


Daría cualquier cosa por volver a esos momentos, todo a cambio de un segundo juntos, porque cuando todo empieza a ir mal lo único que deseo es volver a tu lado y abrazarte fuerte. 
Quiero volver a esos días donde sólo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Y quiero hacer de estos días junto a ti momentos que no pueda olvidar jamás.
Tienes esa magia en la mirada que me hace no poder mirar a nadie más, esa magia en los labios que me hace extrañarlos cuando no los puedo besar, esa magia en las manos que al recorrer mi cuerpo y me hacen volar. Y es que no hay nada más mágico que un segundo a tu lado, porque la magia eres tú.



¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes?, ¿hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase?, ¿hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante? Yo sí.